Es como si el avión estaba pasando por baches sucesivos y unos giros inesperados izquierda derecha, dando la sensación que estuviéramos en una montaña rusa, mirando a través de los cristales, observamos que estábamos encima del charco (de las aguas del mar) y las alas se movían de una forma que nos asustaban. Las azafatas estaban todas ensilladas en la parte de la cola del avión sin abrir la boca, mientras en los ojos de unos pasajeros salían lágrimas, Hasta un conocido pasajero de mi compañero y jefe de trabajo, estuvo pegando gritos a mi compañero, " Bernardo yo ya no aguanto este avión y así sucesivamente". 

Yo también fui conmovido por lo que estaba sucediendo, me entró coraje y hablé a viva voz a todos los pasajeros, ¿Si hay alguien que quiera orar conmigo ahora que levante la mano?

Al instante, la respuesta fue contundente y todos los pasajeros levantaron la mano: yo les dije cerremos los ojos todos. Fue cuando dije, Señor gracias porque Tú estás al control de todo, gracias por todos los pasajeros y glorifícate en este avión ahora, toma control de este avión llévalo a tierra firme bajo tu protección, te lo pedimos en el nombre de Jesús Cristo. Amén "Todos contestaron amén. Al instante, en un cerrar-abrir de ojos, el avión pisaba ya tierra firme, Yo dije un aplauso para Cristo, se escuchó un trueno de aplausos dentro del avión. 
Una de las pasajeras tenía rasgos chinos y no paraba de mirarme.
¿Qué es lo que pensaría?
Solo una cosa sé que Dios estuvo con nosotros.  ¡Que el Señor os bendiga! 
Hermano Christian.